Dadas las características del mercado actual, todo líder, independientemente de la naturaleza de su organización debe procurar ingresar y retener a los mejores, y cada persona sin importar el nivel del puesto que ocupe, debe constituirse en un empleado del que la organización le resulte difícil salir.

El concepto  “empleado apetecible” me llama mucho la atención, quizás porque crecí con alguien que modelo las principales características de un colaborador de este tipo; mi madre.

Recuerdo cuando era adolescente y ella enfermera en un hospital estatal, frases que decía que se incrustaron en mi mente, entre otras “las cosas se hacen bien o no se hacen”, “el trabajo dignifica al hombre”, “uno tiene que distinguirse no solo por lo QUE hace sino por COMO lo hace”, “siempre procura agradar a los demás”. Dado que somos lo que pensamos, estas parieron conductas que denotaban valores y cualidades excepcionales. A continuación atributos que distinguen a un “empleado apetecible”:

1. CONFIABILIDAD

Se le puede confiar una tarea o función y siempre la va a llevar a cabo, cumpliendo con las directrices dadas, con la calidad y en el tiempo esperado. Ejecuta sus labores de manera independiente, pero coordinando adecuadamente la parte que tiene que trabajar con superiores, iguales y/o clientes, pues se lleva bien con los demás y es colaborador. Es disciplinado, llega a tiempo a su trabajo y cumple con lo prometido.

2. HONESTIDAD/INTEGRIDAD

Procura hacer lo mejor que pueda en pro de la organización, su equipo y su jefe, hace lo que le corresponde y hasta mas. No se desanima ni baja la guardia por temor a no ser compensado como espera, en cambio procura dilucidar inquietudes de esta naturaleza con madurez con su superior inmediato. No se recuesta de los demás. Dice la verdad, no toma lo ajeno. No abusa de la empresa, haciendo cosas personales durante el horario de trabajo ni usando los recursos para beneficio propio. Demuestra apego a las normas, leyes,  políticas y procedimientos.

3. ACTITUD

Exhibe una actitud mental positiva, y reconoce que esta contribuye a un mejor posicionamiento en el trabajo, a hacer amigos, a servir a los clientes y a producir más. Sabe que su actitud refleja sus valores y creencias y lo que piensa de su trabajo, compañeros y jefes, que es tan importante como el trabajo que produce y que determina la calidad de su desempeño. Aunque no necesariamente siempre está feliz, elige ser optimista antes que amargado e iracundo. Es proactivo, no espera a que las cosas el bajen del cielo, sino que le cae atrás a lo que desea usando la iniciativa.  Respetuoso y cortes, sonríe, exhibe al hablar un tono de voz placentero, asume posturas adecuadas,  hace bien lo que conviene que se haga, maneja adecuadamente las diferencias y conflictos y se interesa por los demás.La actitud es una disposición mental particular, hacia una práctica planteada. Las actitudes positivas, se manifiesta en predisposiciones efectivas acordes a las circunstancias, las negativas en relación a un desacuerdo con las experiencias y las neutras, con una especie de indiferencia.

4. DEDICACIÓN

Demuestra habilidad y deseo para comunicar sus pensamientos de una manera clara y organizada, es inteligente, exhibe sentido común y apertura al aprendizaje, es seguro de sí y resulta asertivo. Propone nuevas maneras de hacer las cosas y  asume responsabilidad, les gustan los retos, admite sus errores y es capaz de enmendarlos. Exhibe cualidades de líder, muestra un alto nivel de energía, es flexible, acepta los cambios y se adapta rápidamente, establece y logra metas y se preocupa por desarrollar las competencias técnicas que su puesto demanda.

5. PRODUCTIVIDAD

Procura que hacer cuando no está ocupado, pide que le asignen trabajo, se acerca a otros para ayudarlos, piensa en una mejor manera de hacer algo que ya se hace, limpia y organiza su área, actualiza su sistema de archivo físico o virtual. Aprovecha para ponerse al día en alguna lectura sobre temas que puedan contribuir a su desempeño, lee sobre la industria, tendencias o toma algún curso gratuito en línea.

En fin, muchos consideran que lo importante es cumplir con las expectativas de sus superiores inmediatos, restándoles importancia a los clientes internos y externos, y olvidando que cada día más, estos son los que determinan su permanencia en el trabajo.

Sugiero que respondas a estas preguntas. Si te marchas de vacaciones tu jefe, clientes internos y externos ¿Te extrañarán? ¿Sabes lo que esperan de ti? ¿Conoces la impresión que causas? ¿Le agregas valor a la organización o más bien representas un gasto? Es importante que reflexiones sobre tus respuestas. Pues el mercado laboral está altamente competitivo y allá afuera hay muchos Calibres A esperando ocupar tu puesto. Además, los líderes que saben que sus resultados dependen de la calidad del capital humano con que cuenten,  andan con lupas identificándolos para emplearlos.